Retrato en Blanco y Negro

Realizar un retrato puede parecer fácil. Puedes pensar que encuentras a alguien que quiera posar y punto. Pero esto no es así. Un buen retrato debe hablar de la persona retratada, de sus sueños, de sus miedos, de lo que se esconde tras su mirada. Un retrato de verdad no se queda en la superficie de la piel, da un paso más y transmite todo aquello que el retratado siente y vive. Y cuando se trata de blanco y negro, aún se complica más, puesto que no hay colores que ayuden a transmitir sentimientos ni emociones. Cuando  piensas que antes se hacían apenas dos pruebas y sin embargo hoy realizamos decenas de ellas antes de seleccionar la mejor.

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Está claro que es importante aprender la técnica fotográfica, pero de nada sirve si no aprendes también a disparar con el corazón, a ver más allá de lo que cualquiera puede ver, a mostrar la esencia de los lugares o las personas.

 

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Un buen retrato debe transmitir el estado de ánimo del sujeto en el momento del disparo. Es importantísimo observar a la persona que se pretende retratar; es allíí donde radica, básicamente el arte fotográfico y, por supuesto, el talento del fotógrafo.

El blanco y negro no es sencillamente la ausencia de color. Forma totalmente parte de la historia que tu fotografía quiere contar. A veces, una parte decisiva.

Los fundadores Ernesto y Dora,

Los fundadores Ernesto y Dora,

 

Buena muestra es este autoretrato de mis abuelos Dora y Ernesto en el mostrador de la tienda.

En un buen retrato se revela algo acerca de la persona fotografiada, incluye los sentimientos y la profundidad que retratan a la persona como un todo, y no sólo la primera impresión superficial.

Los grandes retratos nos dan una idea de las personas que realmente son, más allá de lo que tratan de representar externamente.
No pueden hacerse retratos sin tener en cuenta el carácter ni el aspecto del modelo.

Un emocionado recuerdo a quienes fundaron el estudio en el año 1922.

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En esta fotografía se puede ver la fachada del estudio en el año de su llegada a Ourense. La segunda por la derecha es su hija Teresa y las demás niñas creo que que son de la familia Olano.

 

 

 

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